martes, 29 de septiembre de 2009

ROSAS

        
             La vida es como un bello jardín en comienzos de primavera, cobijado por una amplia colección de rosas cubiertas de espinas. Puede que el lugar sea precioso y que la ocasión sea perfecta, pero tal vez lo que realmente importa, lo que hay dentro, no es precisamente lo más agradable. Desde un punto de vista parece ser un jardín lleno de alegría y amor, pero cuando realmente te acercas y te detienes a observarlo con mucha atención notarás que no es tan bello como se veía a lo lejos, que no es tan saludable ni tan encantador. Son rosas bellas de seguro, pero todos les temen a sus feroces espinas que asechan la mirada de cualquier vigilante. Sólo son rosas, rosas pequeñas y frágiles. Son rosas cubiertas de pequeños y delicados pétalos que a su vez los protegen las feroces espinas. Cuando te sientes enojado maltratas una rosa de manera en la cual la pisoteas hasta más no poder. Cuando te sientes triste vas desprendiendo poco a poco cada uno de sus pétalos que van cayendo al suelo salpicados por tu lastima. Finalmente cuando te sientes alegre separas una rosa de su hábitat inicial para que este algunos días sumergida en agua recordándole a algún ser querido lo que sientes por esta persona. Puede que una rosa no sea una vida, ni siquiera algo parecida, pero definitivamente puede cambiar una. Una rosa puede perderse en un jardín, pero aprende de cierta manera cuando es su hora de brillar y cuando es su hora de apartarse de las demás. No nacen rosas impertinentes solo hay algunas que permiten que sus propias espinas se incrusten en su delicado tallo. Esto provoca que su imagen vaya cambiando y que ya no sean semejantes a las demás. Son rosas diferentes, rosas que nadie las desea (ni por el hecho de pisotearlas), son rosas que no se dejan querer.

sábado, 26 de septiembre de 2009

LA VIDA Y LA MUERTE







La vida no vale la pena; escuché decir en una calle de el barrio en donde vivo. Como juega mi mente cuando pienso en eso. Creo que soy una persona muy afortunada; afortunada yo?, ni para tanto. Soy una joven deportista, que le gusta disfrutar la vida; a quien no?, pero tengo algunos problemas; algunos?, algunos es poco...





Vivo en una casa con mi familia, tengo siete perros; me encantan los animales. Por eso estudiaré veterinaria; sí, yo pienso que en algún futuro lo haré. Bueno entre todos mis problemas pues tengo cierta pasión por el deporte y creo que tengo futuro en esto, pero no es fácil ya que tengo varias enfermedades; ¡Ay! ya estoy cansada de que me digan, hay gente peor que tú. Porque la verdad es que yo lo sé y quizás no tengo cáncer, ni sida, ni me falta alguna otra parte de mi cuerpo pero a veces siento que sí; que me falta todo.







Desde bebé tenía reflujo y no fue fácil para mi madre; para mí no tanto ya que estaba tan pequeña que ni recuerdo. Pero luego comenzando escuela elemental me empezaba a interesar el mundo atlético; que ironía y pensar que antes no soportaba el calor y me ponía de mal humor. En este transcurso me diagnosticaron Asma crónica, ésta se me fue controlando pero todavía la tengo. Saliendo de elemental un médico me dijo que tenía problemas con mi columna vertebral. Ahora tengo Escoliosis y Lordiosis; pero eso no se siente, se nota, pero aún no duele.







Ya en intermedia tenía dificultades con los huesos, con los riñones y me diagnosticaron pre-diabetes. Un día me puse a pensar en aquello que escuché; La vida valdrá la pena?, tanto sufrimiento, tanta maldad, tanto trabajo y tantos sueños para al final terminar muriendo? ¡Qué ridiculez! Ah, y para colmo estudio en una escuela católica donde me tratan de enseñar que después de la muerte voy al cielo y ¡ya! y no puedo preguntar nada porque rápido me contestan con que todo es un misterio.





Yo creo que después que muera mi alma quedará vagando hasta el día del juicio; he escuchado muchas versiones, pero no sé por qué esa es la más que me creo. A veces me siento diferente, me siento sola cuando estoy rodeada de personas y pienso si me pasará esto después; ¡después que muera! y no comprende cómo, ni por qué pero aunque tengo tantas enfermedades (con solo quince años) , tomo medicamentos de por vida y a veces me siento como si todos me ignoraran... Soy feliz. Tengo una madre que me ama incondicionalmente; claro, la mayoría de las madres lo hacen, pero yo considero que la mía es la mejor. Una hermana que busca siempre la manera de complacerme y tengo muchas personas que me quieren y me cuidan; a veces me cuidan demás, pero es mejor prevenir que lamentar.





Mi vida, mi vida es buena. Tengo personas que me aman, esperanzas y sueños. Tengo amistades, tengo metas y sé lo que quiero en la vida. Creo que mi vida es muy valiosa y sí lo he leído, he leído sobre el suicidio, pero nunca lo haría, nunca me quitaría la vida por más problemas que tenga. Sé que soy una jóven muy afortunada.